jueves, 29 de agosto de 2013

Entre hojas de papel.

Este microrelato lo presenté para el certamen de literatura cuando estaba en 2º de la ESO. No es quizá, lo más bonito que he escrito, ni por asomo, pero me trae muy buenos recuerdos y quería compartirlo.

El tiempo pasa. A veces queremos parar los estúpidos relojes que nos muestran todo. Adivinos del futuro que predicen los instantes que faltan para que llegue nuestra perdición, nuestra tortura. 
Al leer sientes el peso del tiempo, que sigue corriendo con su tic-tac infinito. En los libros no existen los límites horarios. El tiempo sigue fluyendo como un río por su cauce. En un sólo día podemos leer las historias de toda una vida. Nuestro reloj interno se desconecta, confundido y ajeno a la realidad. En las historias el tiempo no importa. Nunca.
Dicen que la realidad supera a la ficción, mas yo vivo inmersa en los libros, encontrando en ellos compañía; aquella que no encuentro en las personas.
Los libros son tan sabios y en ellos está contenida tanta información, que he llegado a plantearme que es imposible que estén escritos por una persona... tal vez se escriban solos.
Pero aquí me tienes, destrozando algunos folios con mi uniforme letra y mis toscas palabras. Tal vez estas frases sin sentido lleguen a convertirse algún día en un libro. Quizá ahora mismo esté fabricando un compañero.
Una nueva tapa acaba de cerrarse definitivamente, tras compartir unas interesantes historias conmigo. Vuelvo a la realidad, aunque me cuesta: Sí, este es mi mundo.
Me gustaría cambiarlo. Mi gran sueño sería poder vivir en los grandes escenarios de la literatura. Me costaría decidirme por uno de ellos, muchos días, muchos libros. Pero terminaría haciéndolo, eso seguro. Aunque, ¿por qué pienso en estas cosas? Me prometí a mí misma que dejaría de ser así. Tengo que empezar a comprender que existen otras cosas aparte de los amigos de papel.
No me costaría cambiar mis costumbres si alguna vez hubiese experimentado una vida diferente a la actual, pero ese no es el caso. Si sé cómo viven las personas normales (aunque diferentes desde mi punto de vista), es porque he llegado a comprenderlas a través de los libros. Y he decidido que al fin voy a ser como ellos.
Esta ida, surgió de un pensamiento: deseo tanto vivir en una novela de las que leo... que estoy destrozando la que realmente debería importarme, la de mi propia vida. ¿Y si puedo trazar en ella algún cuento? Al fin y al cabo, los libros deberán tener inspiraciones, ¿no es cierto?
Salí de la biblioteca a una hora temprana. Apenas habían dado las cinco de la tarde. Al salir, el hijo de la bibliotecaria se quedó mirándome, desconcertado. Le comprendía, él me conocía lo suficiente y sabía que solía salir a la hora del cierre. Le miré fijamente a los ojos, sin decir nada. Me dolía recordar que una vez llegué a pensar que tal vez él se convertiría en mi mejor amigo. Le adoraba, compartía mi gusto por la lectura. Una vez, que de repente se me antojó demasiado lejana, me confesó que de mayor quería ser escritor. Fue entonces cuando dejamos de hablarnos, ya que la escritura era para mí un sueño perdido y al parecer esto le produjo una gran desilusión. 
Cuando pasé las puertas correderas de la entrada, no pude evitar mirar hacia atrás. Una lágrima salió de mis ojos y rodó con lentitud por mi cara. Todavía recordaba cuando descubrí la biblioteca, y con ella todos los placeres de la lectura. 
Mis padres me llevaron hasta aquel edificio gris cuando había cumplido los cinco años. A tan temprana edad, había quedado maravillada con los numerosos volúmenes que descansaban en aquel lugar. Con el paso del tiempo, había llegado a conocer de memoria todos sus pasillos y estanterías, y me desenvolvía en ella como un jardinero en su huerta. 
En mis estancias, no compartía palabras con nadie. Todos me conocían como la extraña muda de la biblioteca. Lo sé porque los oía cuchichear cuando me separaba de un libro para ir a coger otro. 
Me giré, y una ráfaga de aire invernal me alborotó el pelo. Pude sentir aquel estremecimiento que tanto había escuchado en los libros por primera vez en mi vida. Con pasos asustados  e inseguros, avancé por la calle, intentando concentrarme en cualquier cosa, ignorando los grandes esfuerzos que mi corazón pedía para que diese media vuelta y regresara por donde había venido.
Me di cuenta de que el abrigo me volvía a quedar estrecho, ya que pasaba frío. Y es que yo jamás me preocupaba por mi aspecto. No tenía ningún príncipe azul al que conquistar, ni a ninguna amiga a la que causar buena impresión. Aunque reconozco que desde siempre había querido cambiar esto.
Llegué hasta el portal donde vivía, y empujé la puerta, que siempre permanecía abierta. Subí las escaleras con torpes pasos hasta llegar al rellano de mi piso.
Llamé al timbre sin mucha decisión, por lo que el sonido apenas duró un segundo. Cerré los ojos. Tal vez mis padres no lo habían escuchado. Tal vez aún podía volver. Pero escuché los débiles pasos de mi madre, que rápidamente se acercaban. La puerta se abrió, dejando ver a una mujer de unos cuarenta años. En sus ojos marrones se podía leer cuando cansancio sentía. Con expresión ceñuda, me dejó paso. Abrió la boca, titubeando. Parecía dudar si preguntarme algo, como si me tuviese miedo.
-¿Por qué has venido tan pronto? -me dijo lentamente, sin alterar ningún músculo facial.
La miré a los ojos, intentando transmitirle mediante la mirada todo lo que sentía. Sin embargo, me limité a encogerme de hombros y dirigirme a mi habitación. Cuando llegué a ella, cerré la puerta y me acosté.

El sueño es, a veces, la mayor fuente de imaginación del ser humano. En ellos dejamos que afloren todos nuestros extraños pensamientos, grandes inquietudes y meditaciones. Por eso, en ellos, cad uno encuentra su fantasía más personal sintiéndose dueño de ella. Y puede que en ocasiones, ese sueño s torne de una forma rápida en una oscura pesadilla. Nuestros más internos miedos entran en ella, como unas negras manchas que aparecen en un bello cuadro, destrozándolo. En mis sueños, esas manchas son todas las cosas que desconozco del mundo real, y que desearía comprender. 
Por eso, esta mañana me desperté nerviosa, y empapada de sudor. Una nueva pesadilla había invadido mi sueño, envenenándolo. Suspiré, y tras prepararme, salí corriendo al colegio. Mi madre me dedicó una sonrisa antes de salir, lo cual me dio fuerzas para enfrentarme al mundo. Sin embargo, al entrar en mi clase, y ve como todo el mundo se reunía en diferentes grupos y reían, la fuerza que sentía desapareció, y un miedo se apoderó de mí, haciéndome ir corriendo a sentarme en mi sitio, intentando pasar desapercibida. Y, justo cuando pensaba que podía salvarme, sentí unos ojos que se clavaban en los míos. Se acercó a mí, con las manos metidas en los bolsillos y como una tímida sonrisa. Antes de que comenzase a hablar, pude percibir lo nervioso que estaba.
-¿Me puedo sentar a tu lado?
En ese instante mi mundo se puso patas arriba, se revolucionó, y mi corazón comenzó a marcar el ritmo de una alegre y rápida canción. Me quedé mirándolo, sorprendida. Tragué saliva, percatándome de que aquello no era una broma. Sonriendo, pensé cuando nos habíamos encontrado el día anterior y asentí.
Gracias a su ayuda, mi vida dio un gran giro. Recordé cosas olvidadas y comencé a comprender. Con el paso del tiempo terminé haciéndome escritora, mientras que esta etapa mía casi quedó olvidada. Pero estas hojas en las que todo quedó escrito quisieron aparecerme esta misma mañana, y por el simple placer de escritora quise terminarlas. Es que para mí, escribir es todo. A veces decía: no, de mayor no quiero ser escritora, no me gusta tanto escribir. Y era entonces cuando me equivocaba. 
Escribir es una sensación preciosa. Es como si nuestros dedos, ellos solos, escribiesen frases con sentido, intentando trenzar la más bella poseía. 
Nunca se suele conseguir, pero es bonito intentarlo, y volver a intentarlo, persistiendo en cada momento, sin poder tener más que el resultado del intento, sin conseguir llegar a la estrella de nuestros sueños formando el libro perfecto.
Es irónico, que después de leer tanto, que después de intentar escribir tanto, me haya parecido tan bonito estas hojas que escribí a modo de diario en mi niñez. pero desde cierto punto no lo es. Escribir es describirse a uno mismo mediante cuentos. En todos nuestras creaciones depositamos nuestros más profundos sentimientos, así que no es algo raro sentirse identificado con ellos.
Si uno lo mira así, los libros no se escriben solos. Cada uno de ellos tiene dentro el corazón de su escritor. Así que debe haber personas muy interesantes, fijándose uno en su manera de escribir... Y supongo que mi última tarea será encontrarlos. 


miércoles, 28 de agosto de 2013

Cloud Atlas — Críticas de cine.

Hacía mucho tiempo que quería inaugurar una sección dedicada al análisis de películas, pero no sabía por dónde empezar, puesto que a lo largo de mi vida he visto tantísimas buenísimas (y también malísimas) películas, que para rescatarlas todas debía invertir una gran cantidad de tiempo, de la cual no puedo disponer. 
Sin embargo, recientemente, al ver esta película, vi claro que, teniendo en cuenta el increíble fracaso que obtuvo entre el público, quería hacer ver mi opinión, totalmente diferente a la que parecía estar generalizada. 

Cloud Atlas (El altar de las nubes en Español), 2012.
Basada en "El altar de las nubes", libro escrito por David Mitchell, y dirigida por Tom Tywer, Andy Wachowski y Lana Wachowski.


Comenzaré aclarando que voy a comentarla como una película aislada, señalando sus pros y sus contras, sin compararla con otras películas.
Lo primero a tener en cuenta, es el compromiso que han puesto los que han querido que esta película se realice. Los directores son también los productores y guionistas, así como que han intervenido en la composición de la banda sonora. Y, aunque al final no recaudaron ni la mitad de lo que invirtieron en realizarla, aclararon que estaban contentos con el resultado de la obra.
El argumento de la historia, se basa en siete pequeñas historias en diferentes épocas, que se presentan de una manera entrelazada, cambiando de una a otra constantemente, dejando la historia que se esté narrando en completo suspense, lo cuál me recordó a los libros de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin, sólo que en la película era muy reducido el tiempo que se veía de historia a otra.
Siendo todas tan diferentes, poseen algo en común que las relaciona, además, se aprecia claramente la maldad del ser humano en todas ellas, de una manera u otra.
Lo de mezclar historias viene genial, porque algunas de ellas son cómicas, otras trágicas, y hasta de ciencia ficción, por lo que resulta todavía más difícil definir el género de la película.
Sé que es indispensable a la hora de hacer una crítica sobre cine contar el argumento, pero teniendo en cuenta la entramada manera que han tenido de ponerlo en la historia, supongo que si añadiese algo más sobre ésta luego no sería lo mismo al verla.
Una cosa que me encantó fue el poco reparto que había, apenas unos trece actores, que, sin embargo, hacían de más de un personaje (hasta algunos aparecían en las seis historias), así como personajes de su sexo opuesto, todos ellos muy bien realizados. Los que más aparecían eran Tom Hanks y Halle Berry, pero también contaban con muy buenos (y conocidos) actores, como Jim Broadbent, Susan Sarandon, Hugh Grant y Hugo Weaving.
La banda sonora quizás no era nada del otro mundo, aunque acompañaba bien a la historia.
Finalmente, los efectos especiales, sobre todo en las historias que ocurrían en el futuro, estaban muy bien conseguidos.
Era de larga duración, 172 minutos, aunque no sé si ponerlo como una desventaja, porque, aunque habrá a quién le moleste, a mi me pareció la indicada para la sucesión de la historia.
Ante todo, me pareció una película muy interesante, y recomendaría verla.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Bandas sonoras de los videojuegos.

Cuando era pequeña, decidir si poner o no el sonido en un videojuego me era irrelevante. Aquellas compases repetitivos de Pokémon, del Tetris, de Megaman, The Legend Of Zelda y un largo etcétera de todos esos videojuegos que se jugaban hará unos diez años, podían gustarte o desagradarte, pero aún así, se limitaban a pegadizos ritmos que carecían de estructura musical. 
Sabiendo como era esto, resulta todavía más sorprendente las grandes obras de arte en lo respectivo a la música que uno puede encontrarse hoy en día. Bandas sonoras que se traspasan a orquestas tal vez con motivo de su aniversario, así como buenas interpretaciones de éstas en youtube.
Grandes compositores actuales, pongamos por ejemplo a Danny Elfman, han querido intervenir en muchos videojuegos. 
Así pues, exceptuando tal vez unos casos, el sonido es claramente un elemento importante en los videjuegos actuales.

domingo, 11 de agosto de 2013

Muertes en la ducha.

De entre todos los lugares en los que uno puede encontrarse un cadáver entero, creo que es en la ducha el que más temor me inspira. Temor, pero también una especie de asco y afectación mayor.
El motivo de esto, supongo que es porque una muerte en una ducha es algo horrible. Han cogido un momento de intimidad y lo han convertido en un asesinato. 
En series, los momentos en los que se sigue el rastro de sangre, que tras un corto recorrido, se introduce en la bañera, son sólo los preámbulos para esos momentos de tensión que suceden mientras el personaje abre con rapidez y temor la cortina de la ducha. 
Todo esta afectación, que no es a mí a la única que le pasa, puesto que cuando saqué el tema varios coincidieron conmigo, provendrá posiblemente de Psicósis, o quizás ya de antes, y en ella simplemente se bastaron de ese temor infundado que ya poseía la gente.

viernes, 2 de agosto de 2013

La dama del piercing — Parte tres.

Capítulo tres: La historia comienza.
Un día como otro cualquiera, Kirtash anunció que tenía que irse, y que no sabía cuando volvería. También se aseguró de hacer prometer a Froda que ni ella ni Jack saliesen de casa, lo cuál cumplieron, porque ambos sabía que, aunque no les hubiese dicho nada, algo malo estaba pasando.
Al cabo de dos semanas completas, siete horas, catorce minutos y cincuenta y cuatro segundos, regresó. Pero no estaba solo. Junto a él cabalgaba (se habían ido montando a las morsas) una figura alta encapuchada.
—Tenemos que contaros algo —consiguió decir una vez ya estaban todos acomodados en el salón de la mansión de Froda—. Ha sucedido algo terrible, algo que va a cambiar el mundo. Y sólo nosotros podemos cambiarlo.
—¿El remake de las películas de Crepúsculo? —atrevió a preguntar Froda, que parecía visiblemente asustada.
—No, ¿no te acuerdas que quedan siete millones de trilenios para que se estrenen?
En ese momento, la figura encapuchada dejó ver su rostro: era un hombre de unos veinticinco años de edad, aunque aparentaba más, ya que en sus ojos podían verse la sabiduría que había adquirida a lo largo del tiempo.
—Me llamo Barrancos —acto seguido se inclinó sobre el rabbit—-. Tenías razón, Kirtash, la nariz es de un tamaño perfecto.
Éste asintió, dejando a Froda todavía más desconcertada.
—Froda, tenemos algo importante que decirte. Eres la única que puede ponérselo. Por favor, ayúdanos.
Súbitamente, Jack pareció explotar:
—Kirtash, ¡no!, no podemos pedirle eso. Es peligroso. ¿Acaso no la escuchas cuando habal? No quiere tener ninguna aventura, no la conduzcas hasta una.
—Quiero ayudar — e adelantó Froda—. Por lo que parece, la aventura sería una de las grandes, de la cual se podrían sacar tres libros gordos y tres películas que en versión extendida duren dos horas y media cada una. Se puede sacar mucho dinero, me apunto.
Barrancos asintió.
—Supongo que todos sabéis la historia de los veinte piercing del señor claro —al ver que todos asentían, prosiguió—. Bueno, pues por primera vez en los cientos coma tres periódico de años que han pasado, se sabe dónde está el piercing único. Ha sido rescatado de sus horribles manos, y guardado.
"Sabemos que el señor claro aún no ha muerto, y no lo hará hasta que el último piercing quede destruido. Por desgracia, se creó para que sólo pudiera ser destruido en las aguas de Mordur. Nuestra mesión ha sido llevarlo hasta Riobadel, la ciudad de los elfos. Pero eso no es todo. Los secuaces del señor claro saben el paradero del piercing. Y no tardarán en dar con él... a no ser que alguien se lo ponga. Y, lamentablemente, Froda; eres tú la única persona que posee la nariz lo suficientemente grande para que le quepa el piercing."
"Antes de que respondas, tienes que saber sus propiedades: si te suenas los mocos con él puesto, podrás convertirte en la persona que tú quieras. Con él, además, no serás detectada por los servidores del señor claro, los pingus. Mass asumir ser la portadora del piercing, tiene millones de desventajas. Mientras más cerca esté el piercing de casa, más pesará. Y,  como los demás piercing, poco a poco, irá convirtiéndote en una moderna estúpida y desgastando tu alma..."
Froda tardó en contestar:
—Sólo yo puedo ayudaros. Así que asumiré el cargo de la portadora del piercing hasta que lleguemos a Riobadel. Me va bien con mi aspecto de neo hipster, será como un septum. A Sam seguro que le gustaría. Pero únicamente lo haré con la condición de que una vez que lleguemos allí, el percing pase a otra nariz.
Barrancos asintió. Esta vez fue Kirtash quien tomó la palabra.
—Muchas gracias por todo. Mañana partirás con Barrancos. Jack y yo mientras tanto, iremos a visitar a una antigua amiga. Nos encontraremos por la mitad del camino, en una taberna dde los bosques de Orión. Barrancos sabrá conducirte. Ponte el piercing en la nariz, e intenta no utilizarlo. Adiós.
Y, acto seguido, los dos abandonaron la estancia, dejando a Froda con un montón de preguntas, e inquietudes sobre la gran aventura que, tan solo dentro de unas horas, iba a emprender.

jueves, 1 de agosto de 2013

¿Por qué esa necesidad de resaltar?

¿Por qué se esfuerza tanto la sociedad actual en ser especiales? Primeramente, aclararé que soy una persona que defiende que a las personas en la actualidad le falta carácter, y que una personalidad desarrollada es obligatorio en alguien para que me caiga bien. Pero, ¿por qué algunas personas lo fuerzan?
Todos intentan demostrar que son algo aparte, un caso único, que como ellos no hay nadie más. Yo forzar la situación hasta ese punto lo considero idiota. Sobre todo, cuando precisamente ellos no serán de los más originales.
Ha habido ocasiones en las que personas me han dicho que soy diferente, intentando alentarme a que siga con mi personalidad y tal -sí, hay personas a las que por alguna extraña razón les caigo bien-, y sin embargo yo tampoco crea que sea ningún caso.
Es cierto, que tal vez no todos los adolescentes actuales (con dinero y recursos) son como yo, pero eso no significa nada. Yo no me considero una minoría en la sociedad, hay personas increíbles, con grandes talentos (o problemas en los peores casos), que se acercan a los extremos mucho más que yo. Tal vez no soy lo más típico de lo típico, pero...
De todas maneras, haciendo cuentas a la ligera. Las personas que son diferentes y originales; porque ahora mismo me refiero en cuanto originalidad, no en cuanto a talento o rarezas, porque entonces sería todo más limitado. Pero mucho (obviamente no me incluyo ni por asomo en ellas). Pongamos que por cada instituto hay una persona. ¿Cuál es el número de institutos en el mundo? 
Así pues, es cierto que algunas personas difieren de la media, y traspasan la normalidad, pero, eso no significa que sean las únicas personas en el mundo. 
Supongo que en la actualidad el intentar ser diferentes es lo que les hace ser iguales. Si soy un poco borde, podría decir que intentan destacar porque en la actualidad, los adolescentes con recursos son, en su mayoría (pero ni por asomo en su totalidad o generalidad, como ya he acordado) gilipollas. Aunque la realidad es porque sólo quieren llamar la atención.