Capítulo cinco: Unicornio mordedor.
En frente a sus cabezas, se asentaba una enorme posada, con aspecto campestre, y en la que podía leerse "Unicornio Mordedor". Los cuatro se sonrieron (Kirtash sólo a medias), y entraron dentro. Froda apreció que sus dos amigos portaban espadas, pero prefirió no hablar de ello hasta que estuviesen solos, cosa que no tardó en ocurrir, puesto que lo primerio que hicieron después de haber pagado las habitaciones fue subir a ellas.
—Contad —exigió Froda.
—Es una larga historia... —comenzó Jack, aclarándose la garganta antes de continuar—. Problemas menores había cuando el señor claro fue derrotado. No todo estaba conseguido. Aún había gente cabezota, que simplemente no quería admitir que Mordur había caído. Todos ellos fueron derrotados. pero, en una familia, se seguía adorando al señor claro. Este conocimiento fue pasando de padres a hijos, hasta que en una generación, uno de ellos decidió hacer algo más que quedarse cruzado de brazos. Se educó para ser el mejor, y para conquistar todo lo que pudiese en nombre del señor claro. Se llamaba Ashran. Más tarde, Ashran el negroamante. Conquistó la torre de Kazdragar, y creó los hombres serpiente, los shek, criaturas hechas para matar, destruir. Kirtash es una de ellas, de hecho, la única que sigue viva.
—Me revelé contra él por una chica —siguió Kirtash—. Victoria. Una mujer-unicornio, de poco nivel social, de hecho sus padres son los dueños de esta posada. Lo único malo que veía por el entonces era que la tenía que compartir con Jack. Así pues, los tres juntos nos unimos, y nos enfrentamos a mi creador.
"Como Jack y yo nos llevábamos mal por naturaleza, en vez de terminar lanzándole estocadas a Ashran, nos la lanzamos entre nosotros. Ashran aprovechó el momento de distracción para teletransportarnos a un lugar lejano, quedándose con Victoria, mi unicornio. Al darnos cuenta de lo estúpidos que habíamos sido, corrimos, volamos y consumimos así todas nuestras fuerzas para llegar a la torre de Kazdragar, antes de que Ashran aniquilase a Victoria.
"Pero, cuando llegamos, todo había cambiado. Al parecer, Ashran, haciendo alarde de su condición de negroamante, había seducido a Victoria, la cual no quiso volver con nosotras, alegando que ahora pertenecía a Ashran. Aunque lo intentamos de todas las maneras, terminamos dándonos cuenta de que Victoria ya no era nuestra, y desistimos en rescatarla.
"Lo que hemos hecho durante estos días, no es más que volver a intentarlo. Regresamos por última vez a la torre de Kazdragar, y le contamos a Victoria la historia del piercing, tu historia. Le dijimos que entendíamos qeu ella amase a Ashran, pero que recordase que pertenecía al bando de los buenos. Ella nos contestó que no podía hacer eso, pero que estaba contenta porque habíamos aprendido a no odiarnos, así que nos perdonó y devolvió nuestras espadas".
Los cuatro se miraron, sin saber qué decir. Froda hasta se planteó intentar decirles unas palabras de consuelo, pero se dio cuenta que quizás no era eso lo que necesitaban, así como de que a la que se le daban bien esas cosas era a Samantha. Ojalá no se hubiese ido a New York. La echaba mucho de menos.
Intentando romper el incómodo silencio, Barranco invitó a los cuatro a una ronda. Bajaron al bar de la posada dispuestos a divertirse. Y, fue como ÉL los encontró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ahora mismo no se me ocurre ninguna frase para obligaros a comentar. Cuando esté más inspirada lo intentaré, pero hasta entonces, sentiréis una fuerza interna en vuestro cuerpo que se querrá canalizar a partir de vuestras manos en un comentario.