Ni siquiera en verano, que es cuando más tiempo libre se suele tener, por mis labios ha salido la frase de "me aburro". De una manera u otra, siempre me las arreglo para estar haciendo algo, y tener cientos de cosas después en la cola. Aclararé que me estoy refiriendo al tiempo libre.
Siempre tengo una larga lista de películas que quiero que verme, series que quiero que terminar (o hasta empezar), libros o cómics que quiero leerme y videojuegos que tengo que pasarme.Cuando, tiempo atrás, descubrí el misterioso y mágico mundo del tiempo libre, jamás pensé que llegase a ser algo tan agobiante. Hay tantas cosas que quiero hacer, que muchas veces me he replanteado invertir un poco de ese tiempo que no dispongo para construir una medicina, dieta, o píldora que haga que dormir no sea necesario, para pasarme las noches enteras poniéndome al día. En los minutos que dedico a mis reflexiones (las cuales, ni idea el motivo, siempre suelen derivando en los misterios de la lasaña), paso mucho tiempo pensando sobre el tiempo, sobre lo relativo que es. Quizás mi mente es así por una deformación de mi cerebro después de haberme leído Momo, pero aún así me resulta incomprensible que haya personas que se quejen de que se aburren, o que no saben que hacer. Gustosamente les robaba yo ese tiempo.Sé con seguridad la única persona que se encuentra en esta situación, y tal vez me gustaría hablar con ellos para compartir experiencias, y consejos, pero claro. Ni siquiera tenemos tiempo para eso.A veces me gusta fantasear diciendo que esa cantidad increíble de volúmenes acumulados que tengo, se debe a porque, como he leído/visto/jugado a tantas cosas, cada vez me doy cuenta de todo lo que no he leído/visto/jugado aún. Una especie de utilización un tanto extraña (mi madre suele decirme que además de extraña, estúpida) del "Sólo sé que no sé nada".Pues, al encontrarme constantemente en esta peculiar situación, resulta más comprensible entender esa especie de adoración que tengo a los relojes. Si alguna vez no sabéis qué regalarme, probad con un reloj. O con una capa. O un libro. O un cómic. O un videojuego. O una película. O un pijama, me gustan los pij...*ruidos abstractos* ¡OYE, PERO NO ME CALLÉIS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ahora mismo no se me ocurre ninguna frase para obligaros a comentar. Cuando esté más inspirada lo intentaré, pero hasta entonces, sentiréis una fuerza interna en vuestro cuerpo que se querrá canalizar a partir de vuestras manos en un comentario.